Washington, 7 oct (Prensa Latina) Estados Unidos reacciona con lentitud ante desastres causados por el cambio climático cuando involucra a gente pobre, a la clase trabajadora y a las minorías, afirmó hoy el profesor estadounidense Robert Bullard.
Una información del diario californiano La Opinión señala que las comunidades de bajos ingresos de todo el mundo y las minorías son las más afectadas por el problema que se anticipa exacerbará sus desigualdades y vulnerabilidades.
En esa definición coincidieron investigadores al discutir los impactos del fenómeno en la salud y el medio ambiente así como posibles soluciones políticas.
Bullard, profesor de Planeación Urbana y Políticas Ambientales en la Universidad del Sur de Texas, y más conocido como El Padre de la Justicia Ambiental, participó junto a otros expertos en una videoconferencia sobre el tema «Los Impactos en la salud del cambio climático en EE.UU. y nivel mundial».
Un estudio de la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) de 2018 mostró que en 46 estados las minorías viven con más contaminación del aire que los blancos.
El académico explicó que esto es así porque los pobres y las minorías tienden a residir en ciudades y áreas metropolitanas que violan la Ley de Aire Limpio.
«Aún en el 2020, dijo, Estados Unidos está segregado por motivos raciales, y lo mismo pasa con la contaminación. Las minorías respiran un 38 por ciento más de aire contaminado que los blancos».
Bullard agregó que la polución del aire causa más de 200 mil muertes prematuras cada año, y una parte desproporcionada son de personas pobres y de las minorías. Prácticamente, la gente respira bajo su propio riesgo, señaló.
Puntualizó que «si no hacemos nada, en términos de política climática en EE.UU., el país enfrentará una caída del seis por ciento en su Producto Interno Bruto aunque en el sur, el descenso será del 20 por ciento ya que es la parte más pobre».
El doctor Rajendra Shende, presidente del Centro de Políticas TERRE y exdirector del Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas, alertó que a diferencia de la pandemia de la Covid-19 que no dio una advertencia de su llegada, para 2030 nos espera un desastre global que puede ser por motivos de salud o ambiental.